experiencia poético-visual. itinerante y multitudinaria. imágenes y palabras. palabras y sonidos. ruido y calor. todavía nos quedan cosas por decir. todavía hay poesía.

sábado, 8 de octubre de 2011

fantasmas







Fantasmas
fantasmas en mi habitación
en la heladera en el corazón con esas caras putrefactas
llenos de llagas los empeines
llenas de pus las constelaciones
y cada punto blanco brillante que les da forma
en la metamorfosis al salirles caras de murciélagos con ojos de murciélagos y tórax marcados
la sangre que se les escapa
del cuerpo
y yo me escapo escapo a mi cuerpo que tiembla
debajo de las sábanas acurrucando a nuestros pies
pero te me vas
con esas alas que te salieron detrás
alas como estrellas fugaces que casi no se ven
desaparecés te convertís en niebla
que penetra por mis ojos
que confunde las arterias y termina bajo llave
sin escape sin sacapuntas para abrir el cofre
te convertís en niebla y como la niebla se va la niebla vuelve
y la escasez de tacto la brusquedad y aun sin tacto el brazo que se agita que viene y va
por los aires
por las imágenes
de mi corazón que late, con escasez pero late
y las flores que aplasto para ir a tu encuentro las flores gritan
se desesperan por huir pero están entalladas a la tierra, como yo
que voy a tu encuentro pero no voy, no te encuentro, porque no voy, porque los puntos esos blancos esos brillantes me encandilan y te llevan
y el tiempo que pasa
lento
los días de sol los días que siempre quiero
el tiempo que mal pasa
los sapos que repiten tu nombre
así, como si estuviesen diciendo sinsentidos
tu nombre que como niebla se filtra por las grietas de mi coraza
ella te nombra, y ella, y ella, y él
la nada también te nombra en carteles publicitarios y en pavadas en todos lados
y todas las estelas son tu estela
y yo, acá, entallado, con raíces fuertes y nervaduras de telaraña, pero entallado, estático, clavado en algunas palabras algunas noches algunas ganas



cuando todo se consume, cuando el olor a biscochuelo se confunde con el aire, cuando tus ojos pasan al olvido, cuando hago el esfuerzo y ya no los oigo, ahí me encuentro, entallado, enarbolado, pero me encuentro, a mis poros me encuentro, a mi nariz y a mis pestañas me encuentro, y esa voz que me susurra que me acuna, pero no, no me duermo, no puedo, hay fantasmas dando vueltas y tal vez sean ellos, y sus destellos de cómo se tienen que hacer las cosas, con antebrazos como llaves, tuerca tornillo pinza y grasa anti-estancamiento, pero, no, nunca, yo nunca miento, a nadie excepto a mí miento, nunca pero nunca a ellos, que los llevo en las pupilas aunque no quiero, en las chispitas de algún encuentro, merendamos encantados, encontrados, al fin, el cruce de miradas es intenso, lo sé, lo siento, en un tiempo que pasó lo siento


irrealidad que me protege de los comienzos cenicientos, pero igual, pero igual
nubosidad que me confunde que me deja descansar de la cercanía de los cuerpos de los guisantes mágicos de los cuervos
conocí a casi todos
no sé para qué
no lo entiendo
si tienen todos tu misma cara figura de espectro escuerzo
y me esfuerzo me esfuerzo
me contraigo
me tuerzo
lloro
y me tuerzo
los perversos


las flores rotas me guían de regreso
ya no hay jardines junto a mi cama no hay espejo pero hay muertos
que hechizados en fantasmas siempre vuelven a mi encuentro
aunque siempre llego tarde
aunque no quiero

ay, cómo los callo
cómo te entierro
cómo los escucho
aun sin hacer el intento

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